sábado, 25 de outubro de 2008

Poemas

DOR

cgo


E un macaco senza storia,

dice lei du lui,

che gli manca la memoria

in fondo ai guanti bui...

ma il sui sguardo è una veranda,

tempo al tempo e lo vedrai

che si addentra nella giungla,

no, non incontrarlo mai…

Ho guardato in fondo al gioco

tutto qui?...ma – s ai –

sono un vecchio sparring partner

e non ho visto mai

una calma più tigrata,

più segreta di così,

prendi il primo pullmann, via…

tutto il resto è già poesia...

Avrà più di quarant’anni

e certi applausi ormai

son dovuti per amore,

non incontrarlo mai...

stava lì nel suo sorriso

a guardar passare i tram,

vecchia pista da elefanti

stesa sopra al macadàm...

Sparring partner, Paolo Conte

DONDE SE SUPONE QUE YO DEBIERA SER CAPAZ DE DISCERNIR QUE LOS NUEVOS DIOSES CAMINAN A UNA DISTANCIA PRUDENTE DETRÁS DE LOS VIEJOS DIOSES

(coralville, decorah: una traducción)

Los descendientes de los colonos noruegos aun saben decir buenos días en la misma lengua que trajeran sus parientes como una especie de posesión sagrada y, por lo demás, única, para gente que cumplía una jornada laboral usualmente de unas dieciocho horas ( lo mismo que toma llegar manejando a este pueblo apacible como los otros quinientos que cruzamos en el camino. Hemos visto a las trilladoras hacerse cargo de las cosechas, dirigidas por granjeros cada vez más pobres y republicanos. La fe por la que hace tanto luchase Lutero tiene su oasis en el medio de la nada y del maíz y como se supone que (uno) debiera ser capaz de discernir que los nuevos dioses caminan a una distancia prudente detrás de los viejos dioses, como se supone que uno debiera ser capaz de distinguir entre estas cosechas habidas por gracia de dios de aquellas que cuentan con créditos blandos, financiados por la misma banca que invierte en armas químicas, ultraconductores y becas de excelencia para deportistas de élite, entonces, de alguno de esos sombreros de mago, de los que la prensa internacional extrae sus titulares y que nuestros periódicos tan al día no se demoran en replicar, de esas cajas de pandora que son las citas camufladas y y que le otorgan cierto prestigio a los autores del circo romano de las influencias (siempre y cuando no practiquen el arte de perseguir escolares con jumpers ni se llenen la boca con el género y la costura): de este poco y esta nada que respiramos, seguiremos, entonces, respirando, mientras podamos seguir respirando y la traducción de esas lenguas indoeuropeas arribadas a estos desiertos como una especie de exportación no tradicional y en cualquier caso no deseada ni bienvenida y que no expresa ningún curso manifiesto de la historia y que si es o si fue la elegida de algún dios de seguro no era el nuestro, la traducción, entonces como decíamos ayer es como reunir las piezas rotas de un jarrón y ponerlo de centro de mesa aunque se le noten las trizaduras (no obstante esté orgulloso de las mismas).


AL GRAN VOYEUR

(para Lucho López, para

todos nosotros)

Las pobres esferas, los dominios perdidos.

La vida que a veces toma la forma de los muros.

Los vastos imperios, las noches en vela

esperando la inundación y el agua. Lo imperfecto

del exilio. El primer libro. Conce.

Las causas perdidas y haber adorado desnudos

al menos desconocido de los dioses.

Ciertas zonas que todavía revisten peligro.

Nuestras sibilas de Cumas, pero también

nuestras sibilas de Persia. Viajar desde los Ángeles

hasta Mortandad. Y haber levantado la vista al

cielo. El lugar donde bailan las

señoritas del lugar. Emplazamientos

y desplazamientos: el ágora desocupada

donde hasta hace poco los más incendiarios

discursos eran aplaudidos por los más incendiarios

auditorios. Los infantes de Carrión. Las rosas, las

azucenas. Tan callando. La ciudad. Las máscaras

negras. La mujer por la que tanto has esperado,

una belleza que no es para ti, allí frente a tus

ojos/a tus manos, la vagina a la altura de tu

lengua, inalcanzable como tantas cosas en

tu vida, la espuma en el vaso de cerveza

que lentamente beberás. Que sea esto

entonces nuestra salva por el porvenir

ante el derrumbe permanente de las pruebas.

BOCA DEL ESTÓMAGO

Fuego a la realidad.

Velitas a un santo.

La luz en la casa.

La cocina para el desayuno.

El microondas para el primer

café de la madrugada. La tele para

el tiempo. El computador para el correo

por vigésima quinta vez en esa misma

mañana. Y el motor del auto para que

todo esto, tal vez así las cosas y

ojalá que nosotros, también

nosotros: el lenguaje

por sí mismo.

Ni al principio ni al final

el verbo.


ESA VIEJA PALABRA SARTREANA

Al cruzar caminando el territorio chino,

en 1949

asolado por sequías e inundaciones,

indistintamente

durante treinta días

sin parar. Y contarlo

con lujo de detalles.

Al arrancar de los pacos

como dos hermanos

corriendo por su vida, y

al caer por un balazo uno

de ellos, el otro se detuvo a

ayudarlo, con las esperables

consecuencias

en 1985.

A lo lejos

sólo se ve el

techo inconcluso

de un edificio,

andamios

y mezcladoras

de cemento.

De cerca son

dos operarios

(antes los

llamábamos

obreros:

conversando

de cómo manejar

la grúa, cuál

es

el turno que

tiene más

trabajo).


Y LÍBRANOS DEL MAL

Y de los empresarios de la Confederación de la Producción y del Comercio

que por un lamentable error han confundido los índices de crecimiento de la

economía con los índices de reducción de la pobreza

y de los sobresaltos en las bolsas de Tokio, Madrid, Londres o N.Y.,

dominadas por la especulación financiera que por un lamentable error

están expuestos a un pánico permanente convirtiendo al capital en un

material flotante expuesto a constantes fluctuaciones que han

convertido a los estados nacionales en una especie de permanentes

monigotes incapaces de resolver absolutamente nada

y de que se descubran nuevos yacimientos petrolíferos en las costas de

nuestro país, lo que nos pondría de vuelta en el mapa de la geopolítica

internacional lo que a estas alturas es casi como una condena por

adelantado sin que existan culpables sino víctimas y victimarios

puesto que debido a una lamentable confusión los inversionistas

de las transnacionales han decidido que invertir en fuentes de energía

renovable será un tema que ofrezca rentabilidades en la medida en

que primero se terminen la inestabilidad en ciertas zonas del

planeta, la cual es promovida precisamente por un asunto que pasa no

tanto por la pobreza como por la agudización de las contradicciones

generadas en primer lugar por la pobreza y por la carestía de

insumos básicos como el agua, que dentro de pocos años se transformará

también en un tema capital de la investigación y la especulación

y de los legionarios de cristo y también de los numerarios y de toda esa laya de gente

que por un lamentable error que somos los primeros en lamentar han

confundido la religión con un convento donde aplicarle silicio al

bolsillo de los apoderados y también a la espalda de los adolescentes,

no importa si aún están vestidos ni se han decidido todavía

a confesar el cometido de sus pecados (

si van a terminar confesando

igual:

amén.

EPÍLOGO

“El casco viejo de la ciudad, por otra parte,

le ofrece un sabor a los turistas

de ese pasado tan apreciado por los diseñadores de

folletos promocionales, esas callejuelas

estrechísimas de las que lo primero

en predicarse es que por aquí no pasan dos autos:

están exentas del olor de las heces que antaño sus moradores

arrojaban sin mayor contemplación en las aceras,

si alguien se decidiera por el fervor de las ciudades

hab(r)ía que inventárselas

primero:

una infinidad de acuarelistas

vendiendo la misma representación en tonos pastel

de una ciudad sin idiomas oficiales

y cuyo único problema con los inmigrantes

no son los mismos inmigrantes. Estaciones del metro

donde uno podría pasarse la vida

y probablemente se la pasa, usted está aquí

mirando avisos comerciales

traspasado por un rayo de sol

y en seguida anochece,

como si no quisiera la cosa

y los vagones no vinieran

con los asientos desocupados

y no verse así en la obligación

de tener que poner en práctica los doce años

de sacerdocio encubierto

que los escolapios con la mejor de las

intenciones

quisieron pero no pudieron: la educación particular,

el militarismo, la clase media, la

prohibición de masturbarnos

más allá de lo aconsejable

y los problemas a la vista, la incapacidad para

amar, los callos:

el ataque sobre la imagen

sin contemplaciones,

las desnudeces

de la palabra

se asemejan a pelar

un falo o un plátano maduro

en las calles adoquinadas del antiguo Montreal

rebosantes de mierda alguna vez”.


CUENTA DE PROTECCIÓN

Se ven pasar los botecitos por el río.

Y en los cafés se puede tomar algo en

las sillas de afuera. La gente lee el

diario, conversa, pierde el tiempo

y a veces me parece que todo debiera

ser así: como un recuerdo, una

foto que no remite necesariamente

al pasado y sin embargo tiene algo

de esa tristeza por la cual se nos

tilda de reaccionarios. Otros

disfrutan de los dientes de león

y en tanto que de rosa y azucena

se llenen los prados de sus tierras

natales, no habrán de morir del

todo y las consecuencias –que

por ahora no se han medido

sólo se pueden pronunciar con

ciertas palabras que inevitablemente

traen asociado, bíblica, tu recuerdo:

se dice allí que finalmente diste fe

de lo que tus ojos no habían visto.

Tal vez todavía lo recuerdas.


PARA UN CADÁVER INSEPULTO

(a los testigos)

No estás tomando demasiado?

Yo creo que estás tomando demasiado.

Qué significa wanton? ¿ponemos

los Cure o The Police? ¿te queda algo?

No, a esta hora no, demás que nos cuelgan.

De aquí a la botillería no llegamos.

De aquí a la botillería no llegamos,

repetí. La del estribo era el título de

un cuento. Pero entonces préstame

ese libro. Puta, no podíh ser tan ganador poh h’ón.

Vamos al Mulato. Al Galindo. Al Lagar.

Y viene la Daniela? Y el Chico? Y la

Anna Ajmàtova, viene con sus hijos?

Estaremos como de costumbre en

compañía de actores? Y quiénes

serán los grandes invitados?

No cambies el tema, por favor

no cambies el tema. Ojo que

fue así durante años.


LA VENIDA DEL MESÍAS EN GLORIA Y MAJESTAD

La venida del mesías en gloria y majestad

Fue anunciada en el exilio. Por un sacerdote

Menor de treinta años. Que vivía de lo que le

Mandaba su familia. Que tenía un mulato como

Secretario, según el lenguaje de la época. Y que

Firmaba con un seudónimo porque también en esa

Época había que hacerles el quite. Y fue encontrado

Muerto misteriosamente en una zanja, luego de que no

Volvió de uno de sus paseos por la orilla del río: cuando

Su familia no pudo mandarle con la misma frecuencia

Las remesas de dinero hasta Imola, sólo dejó de comer

Como hasta entonces había comido. Y dijo: nadie puede

Saber lo que es Chile si no lo ha perdido. Las mayúsculas

De este poema no se leen como un acróstico ni guardan

Un mensaje en clave para la resistencia.


ALFABETO PARA NADIE

La insoportable avaricia estival de los insectos

ha contagiado a mi mujer. Suele pasearse por la pieza

exhibiendo con desdén un portaligas, relamiéndose

en la erección de sus pezones. Apenas si puedo estudiar.

Las niñas juegan arriba, en el comedor, donde la abuela

las reprende porque no la dejan escuchar su teleserie.

Los pájaros siguen con su habitual estruendo dentro de

la jaula y el calor le sirve de excusa a Damaris para quitarse

además las medias como última prenda. Cierro un libro

que habla sobre la peste bubónica que asolara Europa durante

el medioevo, en el cual se detallan algunos de los tratamientos

a que eran sometidos los pacientes, en cuanto se les detectaba la

enfermedad: aislamiento, amputaciones, sangramientos que

solían llevarlos a la muerte de manera mucho más rápida e

involuntaria. Aquellos que lograban sobrevivir durante más

de una semana, solían ser abandonados a su propia suerte en

medio del campo, con la absoluta prohibición de acercarse a las

ciudades. Se les veía vagar como encarnaciones de la muerte,

pidiendo cualquier cosa para comer, los ojos salidos de sus córneas

producto de la fiebre y la desnutrición, acosados asimismo por el

verano, insaciable como la avaricia de los insectos

que pululan entre las llagas de sus heridas.

MILENARISTA

El Inkarri está naciendo en Tokio 3.

Sus partes se reúnen y se ensamblan

desde todas las partes del Imperio,

han cruzado cordilleras y los terrenos del

Kokaido, donde no han pagado los

tributos. Un castillo ambulante

contiene la energía necesaria

para pintar su rostro en las paredes

y hacer de lima una utopía pero

no una consecuencia: en los laboratorios

donde el padre lacunza predijera nuestra victoria

los dibujantes le dan un rostro de hombre

curtido, espléndido y optimista, capaz de

hacer el holocausto que tendremos que

hacer: para expandir finalmente el odio,

para que reaccionen los que aún no se han

sacrificado y sus miembros desperdigados por

fin se reúnan, se tomen la revancha y la

sangre inunde las praderas y los perros

cuelguen de los postes del alumbrado público

porque la justicia cuando es verdadera

(nadie puede saber lo que es Chile si no

lo ha perdido, dijo aquel iluminado)

no se detiene en prejuicios pequeño

burgueses, no tiembla cuando su familia

comenzó a empobrecerse y las remesas de

dinero a Imola comenzaron a escasear: volverá

sin que la Biblia le haya dicho una palabra.

Esta vez no habrá ningún repliegue táctico.

El reino de dios aquí en la tierra.

CONTRA LAS CUERDAS

La muerte se produce por un traumatismo

encéfalo-craneano, afectando fundamentalmente

el nervio neuma-gástrico, el epigastrio

dañándose el plexo solar y provocando un paro

cardíaco de breve duración. Entre las heridas

más comunes se encuentran el sangramiento en la región

superciliar, fracturas del tabique y otros huesos nasales,

con deformaciones muchas veces irrecuperables;

en los ojos se puede producir equimosis y tumefacciones

palpebrales, hemorragias intraoculares y desprendimiento

de la retina. También es frecuente la diplopía o visión doble.

El desprendimiento del pabellón de la oreja, la rotura del

tímpano y el vértigo: son las afecciones más comunes

en los oídos dañados. El edema cerebral es la reacción

más común al traumatismo. Ciertos casos de demencia

se deben a lesiones en las zonas límbica, rinoencefálica

y meso diencefálica (hipocampo, cíngulo, etc.). Además,

el daño de los axones de estas zonas dañadas, contribuye

al cuadro clínico. Los ataques epilépticos pueden

presentarse precozmente, casi de inmediato al traumatismo;

o tardíamente, es decir, mu­cho después del trauma.


VENDARSE LAS MANOS

Los detectives no tienen trabajo

en esta ciudad donde nadie es inocente:

no hay nada que investigar, nada que leer

ni comentar en esas reuniones sociales

donde los colegas se saludan entre colegas

y escriben esas cartas de recomendación

que algún día servirán para algo.

El crimen no es tanto el lápiz en

movimiento como las manos sobre

el teclado. Las máquinas se escriben

por sí mismas pero más grave aún sería

olvidarnos de las bellezas del midwest

y hablar en inglés como si no fuera nuestra

culpa. Los profesores deambulan por la ciudad

como si estuvieran tomando notas sobre el

cambio de estación. Las hojas de los álamos

tienen un extraño color rojizo, las faldas de sus

alumnas ahora llegan más abajo de las rodillas.


1979, LÓPEZ C/ COLÓN

¿A qué se dedicarán ahora

el afilador de cuchillos que pasaba

por las tardes en gamero,

el estirador de somieres

que pasaba anunciando sus visitas

con gritos destemplados que

despertaban a mi viejo de su siesta

una vez acabado el almuerzo

allá en el búnker de nuestro

cuarto piso?


HEREDIA (MIRANDO DETRÁS DE LA VENTANA)

Detrás de la ventana veo caer la lluvia.

La gente corre apresurada con sus paraguas rendidos.

Los perros flacos se atropellan en las esquinas.

En la radio aún transmiten la novela de la tarde.

Hay una calma de catedral, de estadio vacío.

Retomo la carta de la mañana y escribo:

“Llueve en Santiago. No había tenido tiempo de escribir.

Por lo demás aquí todo sigue igual”.

Afuera un auto corre a prisa con su parabrisas sangrando.

Los vecinos inician una nueva pelea sin motivo,

y ya siento los pasos de una mujer que sube la escalera,

se saca su impermeable, prende el televisor.


ARROJAR VOLANTES

Salir corriendo, pintar murallas,

gritar en la calle, hacer reuniones

planear el futuro, asistir a la

asamblea, votar en las

elecciones, escribir con

infinitivo

cuando el resto de los

tiempos verbales

ejercen con el

rostro adusto

un sentido como

de costumbre

cómplice.


CAMPEÓN

Dobla su uniforme como deshoja una flor de loto.

Pone extremo cuidado en que los bordes no se

salgan de la equis que forma todo el conjunto, los

amarra con el mismo cinturón que los sostiene

cuando están puestos. Todo esto es tan importante

como blandir la espada en silencio, como

ingresar al dojo por los lugares indicados

ni hablar cuando no te han dirigido la palabra.

He allí la esencia del combate.


VICTORIA(S) MORALES

Tiene treinta y cinco y no se ha dado cuenta.

Actúa como si nada hubiera pasado y no

le doliera la cabeza. Tiene cuatro niños

pero no se ha dado cuenta y sale a comprar

a mediodía sin prepararles el almuerzo y

y la tarjeta y las bolsas que se llenan

porque tiene treinta y cinco y de vez en

cuando no le viene mal mirarse en el

espejo, por muy ovalado que sea:

no se ha dado cuenta ni quiere

darse cuenta de que tiene treinta

y cinco y sin embargo: cuando

se terminen las vacaciones y en la

consultora, en la fábrica o la tienda

tenga nuevamente que volver a decir

lo mismo puede que escoja las mismas

palabras, puede que el sol vuelva a

salir todas las mañanas y sin

embargo tiene que estirarse pero no

se ha dado cuenta y los fines de semana,

el viaje con los suegros, es tan difícil

que las chiquillas la comprendan,

que el cielo se despeje, que las frutas

sigan donde mismo en el último

pasillo del supermercado.


MANTENER EL PESO

Max Baer le quitó la corona a Primo Carnera

en 1934. La pelea fue de las mejores que

se hayan visto en la historia del boxeo (

el italiano cayó once veces en once asaltos

y el contendor en otras tantas. Baer era un

payaso y un mujeriego y Carnera

un campesino del sur de Italia. Baer se casó

y se divorció de una actriz hollywoodense

y años después, muchos años después

cuando un productor inescrupuloso

como todo productor que se precie de tal

decidió filmar un libreto basado en la

vida del antiguo campeón, he aquí la

paradoja: el actor que haría el papel de

Max Baer sería el mismo Baer, que

derrotó por debajo y por encima al

italiano, a cuyas exequias, en su

natal Livorno, asistiera todo el pueblo.


DECISIÓN DIVIDIDA

Encuentra entre los márgenes del libro

anotaciones de otros usuarios de la misma

biblioteca. Una trama paralela

que sigue el movimiento de sus ojos:

se detallan, allí, las impresiones

no del todo anónimas

de alguien a quien podríamos

identificar por la letra y la

ortografía: una investigación

que nos llevaría de vuelta a

nosotros mismos, al tiempo

perdido caminando por

estos corredores, la vida entre

medio de los estantes:

afuera el sol del invierno

la nieve se niega no sólo a

derretir: también los estudiantes

de postgrado insisten en volver a sus

hogares empujando sobre el hielo

un auto sin batería (la joven que conduce

no es la más borracha en todo el grupo).

K.O. TÉCNICO

Camas en los hospitales públicos,

raciones alimenticias en los jardines

infantiles, forraje para los animales

en las regiones afectadas por los

temporales, especialistas en los

centros de atención primaria,

fondos frescos para las universidades

del estado y créditos blandos para la pequeña

y la mediana empresa, fondos

mutuos de inversión que sean

verdaderamente mutuos,

fiscalizadores en la dirección

del trabajo, estaciones de

medición de la contaminación

del aire en aquellas comunas con menores

temperaturas y más partículas

en suspensión debido a las calles

sin asfaltar y menos estaciones de

medición de la contaminación

del aire en las comunas con una menor

cantidad de partículas en suspensión

debido a la mayor cantidad de calles

asfaltadas, profesores básicos en

en los sectores de menores ingresos,

materiales de estudio en los liceos

fiscales, anticonceptivos en los

centros de atención pública,

la patria lo de menos, para

qué los verbos si tampoco los

nombres, los adjetivos si apenas

el sol esta mañana,

y nosotros: nosotros

ni cómo, mucho menos

cuándo.

RINCÓN NEUTRO

Algunos han llegado a esta

ciudad dispuestos a dar la vida

por conseguir un pedazo de ese

muro que antaño la dividiera:

no alcanzan sin embargo su

parte del botín y se contentan

con fotografiarse a los pies de

alguna estatua que certifique

que también los ídolos han caído

de una altura no menor a la de sus

propios pedestales. Algunos han

llegado a esta ciudad como quien

hace su visita a La Meca, ojalá

que no me excomulguen por

el nombre de una raza por la cual

en el fondo guardo un infinito respeto,

si acaso lo único que me indigna es

la indignación de haber como tantos

otros llegado a esta ciudad y no haber

salido de ella cuando tenía que salir

ni haberme dado cuenta. Cuando

preguntamos por el precio de los

bienes materiales tuvimos la

primera noción de lo que quiso

decir algún filósofo alemán con

aquello del opio de los pueblos.

Nuestra noción de la realidad

se parece a los rayos del sol

que atraviesan las persianas

y atenúan su caída y apenas

si calientan nuestros cuerpos

arrojados con temor sobre

una cama, después de ejercitarse

menos en la sorpresa que

en el hartazgo a consecuencia

de haber llegado a otra ciudad

como ésta dividida no sólo por

un muro, aunque por ahora no

sepamos qué hacer sino cruzarlo,

aunque ya nada sea lo mismo y

esperemos algo que está por

venir, pero no va a venir

aunque por ahora no sepamos

y nos sentemos a mirar por la ventana

qué hacer sin que el muro nos divida.


PROTECTOR BUCAL

El cuerpo humano de un hombre y

el cuerpo humano de una mujer

saben interpretar los signos de una

tregua: los trenes muertos, los campos

infinitos de trigo y las tardes lluviosas de

verano, las hijas menores y las hijas sin

experiencia, los abultados compromisos

firmados debajo de ese puente, las

caminatas que no conducen a

ninguna parte y las caminatas que sí

conducen hasta alguna parte. Los golpes

dados y los recibidos, el hombre de la

máscara de cuero y un hombre que se cae

y se golpea contra el pavimento, réquiem por

un peso pesado, lucha libre en contra de sí

mismo, diez fotógrafos enfocando a un

poeta y un pelotón de fusilamiento

retratando a un futbolista: un pequeño

homenaje sin forma ni fondo pero fechado,

ubicable en algún facultad de filosofía

construida por paradójico que parezca

sobre las ruinas de una antigua biblioteca:

y es real, como las piernas hermosas y humanas

de una muchacha que trabaja en esta oficina es un

homenaje pero es real, como el autor del hombre de

la máscara de cuero, como los trenes abandonados

en alguna maestría igualmente abandonada en santo

bernardo o aquí en el midwest, como el viento con

que pelean los maestros es lo único y real.


WELTER

Jimmy Braddock: después sería el turno de los negros

para convertirse en la cenicienta del futuro. Por ahora

católicos e irlandeses desamparados lo escuchan

fervorosos por la radio, el derrumbe de la bolsa es un

aspecto secundario cuando el ídolo, el estibador de

puerto, el padre de tres niños y el marido

es capaz de aguantarle otro round sin caerse

a ese buscavidas de Max Baer, galán y vividor y

dos veces asesino sobre el ring: dicen que es

judío, dicen que a Primo Carnera lo dejó

enterrado en algún lugar de la Calabria

de donde probablemente no vuelva a

salir para fotografiarse con las actrices más

hermosas de la época. Después sería el turno

de los negros.


A LUME SPENTO

Ni siquiera has vuelto a mí como un recuerdo.

La historia de los vencedores y la historia de

los vencidos te tienen como protagonista.

Tu nombre se utiliza para hablar de aquellos

que murieron peleando de pie en el campo de

batalla (tú sabes, es sólo una expresión

y también para hablar de aquellos que

esperaban la llegada de la policía con un

vaso de vodka en la mano, como si eso también

hubiera sido parte del libreto que

escribieron para repartir entre sus alumnos.

Ni siquiera entre las murallas que tienen

grabado tu rostro he podido dejar de

hablar en tercera persona: puede

que alguna vez nos hayamos topado

frente a frente, puede que incluso

hayamos compartido la misma

mesa y tiendo a imaginarme

esas conversaciones como

las que uno mantiene con el

enemigo durante la tregua de

año nuevo, incluso podríamos

haber intercambiado unos regalos como

una especie de dialéctica en los hechos,

lo fundamental es no detener el movimiento

literal y metonímicamente hablando, nada

de metáforas, please, nada de símbolos:

sólo la desnuda alegoría de estas palabras

grabadas en la lengua, ojalá también en la memoria:

imposible es una palabra burguesa.

El optimismo es nuestro pan de cada día


ARRINCONADO

Los poemas saben cosas que nosotros no sabemos.

Al interior de los hogares los televisores están

apagados, no hay nada que siga gastando energía,

los dueños del auto se detienen a cambiar la rueda

lo que nos parece un espectáculo digno de

meditación y de comentario. Nos quedamos

a la vera del camino como los fieles de

un credo ante las imágenes: las imágenes

que le han dado de comer a un par de poetas

son las mismas que otros han rechazado

como los fieles que se niegan a rendirle culto

a los sumos sacerdotes que no poseen automóvil

ni son capaces de cambiar una rueda

ni saben cómo hacer funcionar una gata

ni tienen idea de cómo se usa una llave de cruz

(en todo diferente de lo que ellos entienden por una cruz).


LAS APUESTAS LO DAN FAVORITO

Las apuestas lo dan favorito, el preparador dice

que ha comido bien durante la semana y que viene

de una familia de corredores y antes ya ha ganado

los dos últimos clásicos de provincia incluso

con otros que se le cruzaron en el camino y le

aforraron un par de fustazos, pero las apuestas lo

dan por favorito, los traductores de poesía en español

han acudido en masa a las boleterías y ya se

agotaron los prismáticos y el palco donde los

dueños contemplan el resultado de sus fortunas

rebosa de una concurrencia, el preparador dice

que ha comido como nunca esta semana y

los profesores titulares de algunas de las

cátedra más codiciadas han hecho colapsar

las boleterías, los asientos son todos numerados

y las reservaciones hoteleras dan cuenta del

impacto, las tarifas aéreas han aumentado en

un doscientos por ciento producto de provenir

de una familia de corredores, aunque ciertos

analistas especulan que el fenómeno se debe

en mayor medida a los dos últimos clásicos de

provincia: aunque aún se debate al respecto.


¿Y SE SUPONE QUE DEBO ABRIR LA BOCA CUANDO ME

DICE QUE ESCRIBIÓ ESE POEMA A LOS DIECISIETE AÑOS?

¿NI TAMPOCO DEBERÍA OLVIDAR QUE EN ESTA TIERRA DE NADIE

LA TORTA DE MIL HOJAS ES DE HOJALDRE, LOS CHANCHOS SE

LLAMAN PUERCOS Y LLUEVE COMO NUNCA EN EL VERANO?

Los pájaros migratorios vuelan en dirección contraria

a las agujas del reloj. Mi madre remendaba mis pantalones

con una aguja bendecida por un dedal, pero me parecería

ridículo y también oportunista y también me parecería

bastante reaccionario dedicarme a escribir poemas sobre

un dedal; no hay problemas sin embargo con las agujas.

Y uno los ve de vuelta en el verano, causa

y consecuencia del calor y de los tornados

que se aprontan a repartir su justicia

ciega como dicen que debe ser la justicia

entre aquellos que son los únicos que pierden

lo único que pueden perder.

ÍTACA: VERSIÓN LIBRE

Un antiguo compañero que sólo se dirigía a nosotros

en latín se acerca para advertirnos que las fuerzas

policiales han rodeado el recinto universitario

y han hecho salir con las manos levantadas

a los mejores poetas de nuestra generación.

Las rejas de la facultad están pintadas de un

azul corroído por el sol y las lacrimógenas.

Los proveedores, en sus camiones, llegan con

la misma puntualidad de siempre al supermercado.

Ningún automovilista se detiene a contemplar

el operativo de la policía. El aire de santiago

está corroído por las partículas en suspensión,

por las vaguadas costeras, por las emisiones industriales

que las autoridades prometieron erradicar definitivamente

hace más de veinte años. Pero eso es imposible de traducir al

inglés y los poetas que van subiendo al furgón

policial -los mejores, como dije, de nuestra

generación- serán pronto liberados tras

comprobarse sus domicilios, sesgándoles

las posibilidades de rasgar sus vestiduras y

hablar en contra de la brutalidad policial.

Al abandonar la zona de descargas, los camiones

vuelven a esas avenidas donde el tráfico vehicular

interfiere con el cumplimiento de un itinerario

que el chofer revisa para encontrar el camino más

corto que lo lleve de vuelta al hogar sin la necesidad

de cubrirse con cera los oídos (esa mujer que te ha olvidado

tampoco ahora te va a reconocer) y la única sirena que

se escuche sea la de alguna ambulancia cruzando la ciudad

para hacer la última entrega de una carga que también va de regreso.

CROSS

Después había que cerrar el boliche no más

(así le decían, así pasaba más piola): la micro

pasaba a una cuadra y a mí como que se me

olvidaba todo lo que había pasado, total

yo no era el que me encargaba en última

instancia de los que estaban ahí. A mí

simplemente me tocaba ayudar no más,

era como se dice un mandado, no estaba

en la toma de decisiones, si quiere ponerlo

de esa manera, hasta le puedo contar

que más de algún dieciocho cuando los

encargados ya estaban pasados de copas

algo les llevaba a los que tenían que estar,

compartía con ellos a riesgo de que me pillaran

y me acusaran de ser débil –maricón me hubieran

dicho- por aliviarle la carga a la gente: a más

de alguno lo vi tirado, hombres duros, llorando

pidiéndome un vasito de agua, pero el agua

era lo primero que los hubiera matado después

de una de las sesiones: al final era un balazo,

al final daba lo mismo que los ayudara si

después los pateaban hasta matarlos, si algunos

se les iban porque se les había pasado la mano

con la corriente. ¿Le tengo que seguir contando?


NO SE EQUIVOCABAN LOS MAESTROS

(museo de bellas artes, versión libre)

Alguien cree estar escribiendo en el fin del mundo,

pero no puede negar que el camión de los helados

está pasando nuevamente por el parque donde

los niños se arremolinan a su alrededor y la

descripción del paisaje no ha cambiado

porque el ojo del que mira no ha cambiado:

confía impertérrito en que el mundo es una

catástrofe tranquila, una reunión de nubes

diríase que de paso por el cielo

sería el único argumento convincente

para encerrarnos a conversar en un café

:de cualquier cosa, menos de las nubes.

Nadie tiene ganas de salvarse de nada

pero sí de tomarse un par de chelas, de

las últimas profecías sobre algún remoto

apocalipsis las palabras tienen poco que

decir: las danzas de la muerte, un anillo

en el dedo de los que no alcanzan a apretarse

el cinturón, aunque nada tengo en ello que

ver la improbable falta de presupuesto:

y es cierto que no sabemos distinguir

como le gusta enrostrarnos a los catedráticos

de las plazas más preciadas entre el cierzo

y el mistral, ok: touché. Así decía mi hermano

cuando hacíamos esgrima con palos de escoba

y terminaba sacándome cresta y media cuando

a los dos se nos pasaba la mano con el ardor de

los guerreros: él moriría poco después, tendido

en una cancha de fútbol, mordiendo no sé

si con desesperación el pasto, de seguro

ya inconsciente, producto de una falla en

el ventrículo derecho del conjunto arterial.

El camión de los helados pasa haciendo sonar

la sirena, los niños están a punto de alcanzarlo y

el conductor sólo piensa en lo fácil que será entregarle

las planillas al supervisor del turno de las mañanas.


MUSÉE DES BEAUX ARTS

(otra versión libre)

Por qué no se le puede dedicar un poema al cansancio.

Cuando alguien se muere siempre es el hijo de alguien.

Todo lo que no sea autobiografía es plagio. Y aunque no

hemos asesinado a nadie en la iglesia, aun así se nos acusa

de ampararnos en la belleza del verano para recorrer con

desvergüenza el litoral central, confundiéndolo con las

playas de una normandía que hasta entonces sólo

nos sonaba como un desembarco. Así y todo,

los concesionarios abren desde mediados de

diciembre hasta que el sol nos acompañe:

las bondades del modelo han pasado desapercibidas

para los que insisten en encontrar el santo grial

ya sea en los restaurantes de cartagena, ya

sea entre los que hablan un francés con el

acento indescriptible de la Alianza: el exilio,

a fin de cuentas, era este cansancio después

de sacar la nieve de la puerta de tu casa,

los ojos irritados por leer los diarios en la

gastada pantalla de tu computador, donde

se comenta la muerte de un niño que siempre

fue el hijo de alguien, las alas quemadas por

haber volado tan alto son la copia que

ennoblece el original: la piel de esos bañistas

que tirados encima de la arena y de la playa

atestiguan con desdén al sol y su autoría.

EL APRENDIZ DE RIMAS

(still life)

El cuerpo humano de una mujer

calza con el cuerpo humano de un

hombre y el rostro de un hombre

enmarcado en un cuadro decimonónico

mirando a los visitantes que hipotéticamente

se detengan a contemplarlo como parte de

las actividades de esparcimiento que a fines del

siglo veinte son capaces de costearse en una sociedad

postindustrial y lo suficientemente democrática

como para que el abuelo de todos ellos departiera

con el pintor y su paisaje pero igual no esté en el

cuadro: la división de una ciudad

de acuerdo a la programación televisiva, donde un testigo

debiera dar cuenta de la forma en que ve la realidad

(e incluso también de la realidad) sin por ello tener que

avergonzarse. No se avergonzaron los emisarios de la

corona, de cualquier corona, cuando leyeron en perfecto

español: un edicto que declaraba aquellas tierras como

parte del botín, ante un auditorio taino e ignorante,

a dios gracias, de la gramática de nebrija, lo cual

les costaría no sólo las tierras en cuestión, sino

también tener que cargar con las ruinas, con tomos

infinitos escritos por los arqueólogos de un futuro

donde la única imitación de las ruinas

son un par de frutas sobre una bandeja,

como un dios menor la naturaleza ha muerto

retratada en la quietud de su agonía.


RAPSODIA PARA EL BURRO

Una premeditada nostalgia las obliga a echar de menos.

El morbo con que miran los discursos del anciano nos hace

sospechar si su condición de traidoras y exiliadas desaparece

con la misma ligereza con que otros se arrojan al mar: muchos

de ellos están volviendo permanentemente, están a punto de

subirse al avión y comentan sin disimulo que ahora sí,

inexorablemente, debiera ocurrir lo inevitable: los que

logran alcanzar la orilla de la playa creen haber comprado

a bajo precio lo que a partir de entonces les será negado:

el anciano sigue con el dedo en ristre, imitándose

a sí mismo y su esplendor victorioso, barbado, joven, padre

hasta los huevos de sus hijos y sus esclavos, el aroma del café

no es capaz de distraerlas de la imagen de aquel que las envió

a un lugar donde no existe el paraíso, donde las islas no se repiten

ni una premedita nostalgia podrá salvarlas, lo inevitable es una

playa a medio desvestir que persiste como una mujer: perdida

ante los cuatro signos cardinales que aquí no significan lo mismo:

no quieren volver a una ciudad sino a un recuerdo, a un país con

nombre y apellido y en el que la confección de panfletos revolucionarios

vuelva a ser una actividad revolucionaria: están sentadas frente al televisor

como si no estuvieran sentadas frente al televisor sino ante el árbol

de la ciencia y el conocimiento, cuyo único fruto pende de una rama

al alcance inexorable de sus manos: ahora sí, inexorablemente, debiera

ocurrir lo inevitable: esa premeditada nostalgia (que) nos mantiene al tanto de los frutos.

LOS POEMAS PROMETIDOS

Estos son los poemas que Huidobro y Francisco del

Valle me corrigieron. Estos son los poemas que

el Carlitos de Rokha y Gustavo Ossorio me

corrigieron juntos. Estos son los poemas que Olga

Acevedo y Victoriano Vicario me corrigieron

después de mostrárselos al Pancho Véjar.

Estos son los poemas que Lucho López-Aliaga

me dijo en el Panamericano que mejor los

tirara por el water y me tomara a cambio

una pílsen: estos son los poemas que Germán me dijo

que mejor me los metiera por el culo porque era pésimo

como persona en primera persona. Estos son

los poemas que el David me dijo que mejor los

leyera de nuevo, que mejor volviera a respirar

y terminó pidiéndose la próxima (Cerro San Cristóbal,

más Sergio Valero): estos son los poemas que el

Javier siempre ha rechazado, estos son los poemas,

estos son los poemas, estos –y no otros: son los poemas.


POSTAL

Los autos se estacionan afuera del mini-market.

Están exhaustos los conductores y las correas de

transmisión. Adentro el menú varía entre una

pizza recalentada y una hamburguesa con bacon.

El calor pega fuerte. El precio de la bencina

pega fuerte. Los más jóvenes se asemejan a un

dios sin esperanza. La belleza de las praderas

que los rodea, el aire que todavía se respira

sin dificultades al sentarse en esta mesa

y las palabras del inocente que declaran su

inocencia. Las casas rodantes se dirigen

hacia algún estado donde la cacería de los

ciervos menores de veinte meses no signifique

un problema con las autoridades. La agencia

tiene intervenidos nuestros teléfonos. A veces

se escucha la interferencia. Y también a un

inocente que declara sin inmutarse su inocencia.

Los caza recompensas son capaces de entregarte

con tal de cobrar su parte de los tesoros escondidos

en el mar. La cajera te mira con una desconfianza

aprendida en las películas del oeste. Los contribuyentes

están cansados de la carretera y también de tanta propaganda.

No saben si les conviene más el David Letterman Show

o invadir a los países del África sub-sahariana

que se niegan a incrementar la producción diaria de crudo

y cuyas refinerías han sido ocupadas por una fracción

del último grupo guerrillero cuyo nombre es demasiado

difícil de pronunciar. Salen del baño con el rostro empapado

de sudor y agitando las manos que no tuvieron con qué secarse.

El sol sigue pegando fuerte. Y no parece que nada

vaya a cambiar. El sol sigue pegando fuerte. Y no parece

que nada fuera a cambiar. Sólo el tiempo de los verbos

podría oscurecer el significado y olvidarnos por algún

minuto de la historia y sentarnos con una lata de cerveza en

la mano y observándonos al espejo con una lata de cerveza

en la mano, por primera y única vez decir adiós delante de una imagen

que no tenga la obligación de repetirnos.

EN ESTE LUGAR SAGRADO

(a Poli Délano)

Ni el bacon ni el tocino son lo mismo.

Tampoco ese pan francés que nos

ofrecieron en la frontera. Salvo contadísimas

excepciones la gente no toma en calma. Y almuerzan

muy pero muy temprano. Las mujeres emiten graznidos

cuando están empeñadas en aparearse, tengan o no

los treinta y cinco de la edad que corresponda y su hijo menor y

su hijo mayor espero que estén durmiendo en la pieza

del segundo piso. En el recibidor quedaron los

zapatos para no embarrar la moqueta. La

nieve también se ensucia a pesar de las

ordenanzas municipales. El alcalde es

elegido democráticamente. El alguacil es

elegido democráticamente, el superintendente

de educación y el coordinador de las iglesias

ecuménicas y el director de tránsito de la ciudad

cuyo cargo se renueva obligatoriamente cada dos

años: son elegidos democráticamente

cuando así las circunstancias lo ameritan.

GOLPE DE ESTADO, PRONUNCIAMIENTO MILITAR, VERSIÓN LIBRE

(quidquid latine dictum sit altum viditur)

La cosecha de los granjeros murió debajo del agua.

Ha llovido como en un diluvio. Con la venta de la producción de

este año, algunos de ellos pensaban pagar el crédito renegociado

durante la última baja de intereses decretada por la reserva

federal. Pero ha llovido como en un diluvio. Otros tenían pensado

invertir en la compra de ciertos equipos para sacarle mayor

provecho a las semillas artificiales que hoy en día están disponibles

para algunas de las frutas de la estación. Las pérdidas

se calculan en varios cientos de millones de dólares, pero soy

incapaz de traducir esas cifras en un número que pueda calibrar.

Con varios cientos de millones de dólares se solucionaría el

problema habitacional de casi toda la ciudad de santiago.

Los canales de regadío podrían reconstruirse. Los profesores

obtendrían una remuneración acorde con todos los cursos

de perfeccionamiento en que se han inscrito para nada. Los

hospitales públicos, si tuvieran en sus manos esos varios

cientos de millones podrían mejorar la oferta de camas

durante los períodos más crudos de alerta ambiental

cuando muchos niños de escasos recursos son devueltos

a sus casas con una aspirina en la mano para enfrentar el virus sincicial.

Sin embargo la cosecha completa de los granjeros yace ahora

bajo el agua. En algún lugar, bajo toneladas de escombros y

desperdicios repartidos en kilómetros a la redonda producto del

último tornado. Dicen que tomará años volver a la normalidad.

Los equipos de rescate no tardaron tanto en llegar como en

creer lo que estaban viendo: no saldrían de su sorpresa

sino hasta después de que se convirtiera en comentario antiguo

el recuerdo de ese año fatídico de las inundaciones, cuando todos

tuvieron algo que perder y podían haber nombrado algo que no

volvió cuando años después volvió esa normalidad que desde

un principio nos advirtieron que llevaría años recuperarla

por completo. En los relatos bíblicos, una paloma fue la que

les permitió avizorar la costa, no una gaviota. Aquí, sin embargo,

no hay costas. Aquí sin embargo los cuervos son negros

y un halcón flamea en la bandera, los espantapájaros

continúan impertérritos su labor de vigilancia

no importa que hoy en día ya no exista el enemigo

y el maíz no sea un alimento, los guardianes del

mito son incapaces de ejercer otro oficio

que no haya sido debidamente estipulado

en los antiguos manuales de la retórica:

cualquier cosa en latín parecería

profunda y verdadera.


AHORA MENOS QUE NUNCA LE HACEN FALTA LOS ESPEJOS

(Once de Septiembre, la casa de Trotsky)

Desde la ventana de un hotel comparable a mi destino

veo pasar corriendo, por la orilla del Iowa River,

a dos estudiantes que no serán la madre de mis hijas.

Inmunes a cualquiera de mis promesas, van cruzando

el puente que une el norte de la ciudad con algunos de los

territorios invadidos. Desde allí se ve a los contratistas

afanados en terminar con prontitud las obras, los desvíos

de tránsito, las mezcladoras de cemento que

terminamos aprendiendo a querer.

Como por obligación los autos pasan.

La cantidad de cementerios no guarda ninguna

relación con el número de neumáticos quemados

que han quedado desparramados después del once.

Aquí y allá la culpa fue de los aviones.

A veces se apodera de la ciudad

un olor que se parece al excremento de los cerdos

y efectivamente se trata del excremento de los cerdos

proveniente de las granjas que rodean la ciudad

como una advertencia para el viajero: las dos

minas siguen corriendo como si estuvieran

compitiendo con el río, como si tuvieran

que demostrarle al agua que una vez llegado

al mar puede que el río no siga siendo el río.

El agua, sin embargo, será definitivamente el agua.

Ahora menos que nunca le hacen falta los espejos.

Es un macaco sin historia
dice ella de él,
que en el fondo les falta memoria
a los guantes vacíos...
pero su mirada es una terraza,
tiempo al tiempo y verás
que se adentra en la jungla,
no, no lo encontrarán nunca..

Al final he mirado el juego
¿todo aquí?... pero -¿sabes?-
soy un viejo sparring-partner
y no he visto nunca
una calma tan grata,
más secreta que ésta,
tomas el primer pullmann, sales...
todo el resto es poesía...

Tendrá más de cuarenta años
y ciertos aplausos ahora
se deben al amor,
no lo encontrarán nunca,
estaba ahí en su sonrisa
al mirar pasar los tranvías,
vieja pista de elefantes
la misma sobre la antigua carretera

Traducción de Lucho López-Aliaga